Diversas guerras nucleares han dejado efectos catastróficos en el ambiente, como somos parte del mismo y somos también naturaleza hemos vivido en carne propia sus efectos. Y no solo de las guerras nucleares, sino también de las declaraciones de guerra por parte de los estados hacia el ambiente, atentando contra la integridad del ecosistema. Generando los resultados tan negativos que hemos mencionado y ocasionando un daño muy grande a la humanidad.
La permisologia casi sellada y firmada por parte de los habitantes del mundo que no exigen el respeto por parte de los estados y cualquier figura gubernamental hacia el mundo, y lo dispersos que se encuentran los ciudadanos del mundo que si lo hacen pero con falta de mucho apoyo sobre todo de la compañía de muchas personas, sin embargo, el reto es reencontrarnos, todos los ciudadanos del mundo que si exigen el respeto a la naturaleza para alcanzar la paz del mundo, el respeto a la participación ciudadana para el desarrollo social y sostenible, nuestra misión es volvernos a reencontrar en cada rincón del mundo y cumplir el cometido, además de motivar a los habitantes del mundo a convertirse en ciudadanos del mundo que pasen de la inactividad y se activen por su comunidad, por sus países, por sus territorios y rincones, por sus familias, por el planeta tierra.
Declarar la guerra al planeta tierra es lanzar un desecho en la calle o un área indebida, contaminar nuestros mares, permitir la mala gestión de los estados en materia ambiental, y muchos otros factores y acciones que hacen figurar en estado de guerra a un ser humano con el ambiente. Prepararnos para ir en contra de la guerra es nuestro verdadero objetivo como ciudadanos del mundo, sembrando arboles y la esperanza que nos da, educando a niños y los principios que tendrán, fortaleciendo los valores ciudadanos y defendiendo la paz verdadera.
La destrucción de las guerras y el dolor de ellas nos debe dar el mensaje a todos que unirnos para la acción es nuestro mejor camino para construir lo que hemos perdido, no cabe duda que es un trabajo arduo, que hasta lagrimas en el camino vamos dejando, pero esas lagrimas son las que hacen nacer y crecer los arboles de la esperanza, y florecer a los campos más destruidos, el dolor también debe servirnos como la fuerza de la transformación en la acción hacia la construcción de los valores, de la unión, de la libertad, armonía y sobre todo de la preservación a nuestro planeta tierra.
Ciudadanos del mundo yo los convoco a encontrar nuestra paz interior sin olvidar que el planeta y nuestro ambiente la necesitan también, somos parte de él, cada daño que se le haga seremos nosotros quienes viviremos las consecuencias. Deja huellas ecológicas en tu andar y dale Alas de Paz al Mundo.
Únete a la campaña Alas de Paz para hacerlo solo debes tomarte una foto y subirla con el HT. #AlasDePaz en tus redes sociales, debes aparecer con las manos simbolizando las alas como nuestro logo oficial.
Emmanuel Alvarado – Promotor de Picnic Urbano La Victoria
Discurso por el Día Internacional de la Paz – VI Picnic Urbano de La Victoria.
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